Desde
1997, cada 24 de octubre se conmemora el Día de la Biblioteca. La
propuesta surge de la Asociación Española de Amigos del Libro
Infantil y Juvenil, apoyada por el Ministerio de Cultura, en recuerdo
de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada el 1992
durante el conflicto balcánico.
La edición de este año, bajo
el lema “BiblioTEcuida”, se centra en destacar el papel de las
bibliotecas de diferente tipología como espacios libres y abiertos
que, a través de sus diversos servicios y recursos, se preocupan por
atender las necesidades de sus usuarios. Las bibliotecas están
abiertas a toda la ciudadanía y son un pilar fundamental al servicio
de las comunidades a las que pertenecen.
Son muchas las vías a
partir de las cuales las bibliotecas atienden y cuidan a los
ciudadanos. La promoción de la lectura es la primera de ellas: las
bibliotecas son espacios para la lectura. Una lectura que acompaña,
que entretiene y que enriquece. Una lectura que cura: la lectura
tiene un impacto directo tanto en el desarrollo y mantenimiento de
las capacidades cognitivas como en el bienestar y la salud
mental.
Las bibliotecas son un apoyo en el cuidado de todas las
personas, por eso han hecho suya la idea de la Agenda 2030 de no
dejar a nadie atrás. Para cuidar a las personas, desde las
bibliotecas se programan actividades especiales de apoyo a la
comunidad, creación colectiva, acción cultural, servicios a
colectivos especiales, atención a la diversidad o acogida a
refugiados, entre muchas otras.
Las bibliotecas también
ejercen su labora de cuidados en espacios como hospitales o centros
penitenciarios. Las actividades de biblioterapia llevadas a cabo por
bibliotecas están ayudando a mejorar la salud de las personas que
participan en ellas. En el medio rural, los bibliobuses acercan la
cultura a sus habitantes y las bibliotecas son un núcleo a partir
del cual las comunidades rurales se fortalecen y crean arraigo,
cuidando por tanto esas poblaciones.
Además, las bibliotecas
cuidan tanto el acceso a la información como su veracidad,
desempeñando un papel frente a los bulos y la desinformación. Por
ello son un apoyo necesario para la formación, el aprendizaje y la
investigación. También son una ayuda imprescindible para
profesores, estudiantes e investigadores, asistiendo a la comunidad
educativa y contribuyendo al fomento de la investigación científica.
Por último, las bibliotecas también cuidan y protegen nuestro
patrimonio documental para que podamos legarlo a las generaciones
futuras.